¿Porqué tener miedo?

Por Laura Aguilar Ramírez
para Puntadas católicas

Paz y bien.

Noticias como la que a continuación comento, pasan muchas veces sin sorprendernos.
Hoy al abrir los servicios que a diario leo, encontré las desagradables noticias sobre los atentados en París y lo que parece el inicio del terrorismo en ése país; encontré comentarios acerca de los desalojos y ataques por parte de una fracción radical musulmana hacia cristianos en distintas partes del mundo, lo que ha conmovido al mundo sobre todo católico.

Muchos hemos seguido el proceso de una mujer musulmana, condenada por aceptar la fé cristiana. Leí acerca de los terribles versículos del Corán llenos de violencia contra los que no creen en Alá (Para encontrar una lista completa de todos los versículos Coránicos del sangre y sus explicación en detalles pueden visitar los siguientes enlaces:
mundosinislam.com/.../versiculos-violentos-del-coran
bajurtov.wordpress.com/.../porque-afirmamos-que-el-islam-es-una-religion-violenta)

Violencia, violencia, violencia. Y enmedio aparecen noticias como la de un tifón en Filipinas en Diciembre del año pasado que dejó lodo y demás y en donde un sagrario permaneció incólume y con la vela encendida!!!!
Recordemos en la fatídica bomba que destruyó Hiroshima, una iglesia en pie, rodeada de tanta destrucción. Recuerdo vívamente una imágen de la Virgen en una ciudad estadounidense destruida por una tromba.

Pareciera que Cristo  nos dice de nuevo: "no tengan miedo". Y la Virgen nos repitiera: "Juanito, el más pequeño de mis hijos, ¿no estoy aquí que soy tu Madre?"

Pareciera que con sus voces dulcísimas, nos dirigen un suave reproche ante el olvido en que los tenemos. A El que dió su vida para obtenernos la salvación y la Vida Eterna. A ella que guardando su dolor en el fondo de su corazón, aceptó la voluntad de Dios aún sabiendo que le sería atravesado con un gran dolor.

Ayer mismo, al prepararnos para asistir a la capilla a la misa dominical, amaneció lloviendo. Y pensé: "muchos no van a asistir a la misa" pues la lluvia parece espantarlos.
Y efectivamente, faltaron muchos. Y pensé: "pobres, qué poca fé tienen. Tal vez no recuerdan que nunca en el tiempo en que asistimos a misa ha llovido". Y es cierto, pareciera que el cielo detiene su lluvia mientras estamos en misa, mientras oramos.

Recuerdo una ocasión en que llovía a cántaros... y me preparé para ir a misa. El agua se detuvo, entramos a la capilla.... y volvió a llover mientras estábamos en misa. Saliendo, el agua se detuvo. Llegamos a casa.... y volvió a llover!!!!

Recuerdo otra ocasión en que el cielo parecía caernos encima a cántaros (éso nos preocupa mucho por donde vivo porque la tierra es muy floja y se desgaja produciendo muchos dolores de cabeza), tomé el Cirio Pascual bendecido en la última Pascua y oré pidiendo clemencia, que el agua no nos dañara.... y el agua se detuvo.

En otra ocasión en que llovía muy fuerte, me preparé para pasar un día lluvioso con líquidos calientes, metida en la cama, contemplando la belleza de la lluvia sabiendo que mi casa no se gotea y está bien cuidada.... y recordé de pronto a tantas personas en la calle, sin techo que las cubra y sin comida ni líquidos calientes que pasan por éstos lugares y pedí a Dios que tuviera piedad de ellos.... el agua se detuvo.

Por acá "llueve bonito". Así le llamo yo a la maravilla que Dios hace con nosotros. No llueve tanto que desgaje los cerros, pero no deja de llover porque lo necesitamos para que los animales se alimenten y para que los campos puedan dar la comida que necesitamos.

Por acá hay mucha gente que no asiste a ningún servicio religioso y que no vive como Dios quiere... pero habemos muchos que sí lo hacemos. Tal vez no exista unidad religiosa ya que hay distintas secciones de cristianos desgraciadamente, pero todos alabamos al Señor ♪♪ : testigos de Jehová, católicos, evangélicos, etc.
Tratamos de vivir y convivir a pesar de nuestras diferencias en creencias. Pienso que puede ser un gran paso para la Unidad cristiana a la que nos invita Cristo cuando nos dice: "permanezcan unidos en torno a mí".

Y Dios bendice.
Hace ya 10 años empecé a conocer de Dios y he visto tantas maravillas como las anteriores que me confirman que Dios nos ama y que sólo basta oir de nosotros  cuánto lo necesitamos para apresurarse a confirmarnos su Amor. Y no porque Dios necesite sentirse alabado, pues El no es vanidoso, sino porque sabe que nosotros necesitamos saber de su grandeza para sentirnos confiados. Somos muchas veces como Santo Tomás.

Es por ello que cuando leo noticias como la siguiente, sonrío y me siento segura. Me parece escuchar a Cristo "no tengas miedo" y a la Virgen "no estoy yo aquí que soy tu Madre?"


Las aguas del tifón filipino se detuvieron al borde del sagrario en la Casa Sacerdotal de Borongan




Fuente: http://www.religionenlibertad.com/las-aguas-del-tifon-filipino-se-detuvieron-al-borde-del-sagrario-39868.htm

El tifón Ruby, que atravesó Filipinas a principios de diciembre, dejó una estela de destrucción e inundaciones, aunque no fue tan intenso como el Haiyan, que el año pasado produjo más de seis mil muertos.

Una de las zonas afectadas del país fue la diócesis de Borongan, en el Samar Oriental, donde tuvo lugar un hecho llamativo. La Casa Sacerdotal resultó anegada por las aguas, pero sólo hasta el límite justo del sagrario de la capilla, que de esta forma resultó preservado del desastre, con el resto del edificio cubierto por el lodo.

De hecho, el velo del tabernáculo quedó impolutamente blanco, sin que lo salpicasen las oscuras aguas de la inundación. Y la vela que señala en el sagrario la presencia del Señorbajo las especies eucarísticas permaneció intacta y encendida tras seis horas de lluvia, viento y aguas desbocadas.

Varios sacerdotes y seminaristas fueron testigos de estos hechos en cuanto pudieron entrar de nuevo en la casa. Y, según informa Gaudium Press, el obispo de Borongan, Crispin Barrete Varquez, lo interpretó en una reciente homilía como una lección divina: "A veces ignoramos y no apreciamos realmente la presencia del Santísimo Sacramento, que es el Señor en medio de nosotros. El incidente de la Casa Sacerdotal indica que Él está vivo, que Él está aquí, que Él es el Rey". Y que no abandona a su pueblo en las tragedias: "Está con nosotros especialmente en tiempos de tribulación, recordándonos que él es el Maestro de toda criatura y el Señor de toda la Tierra".